10 de noviembre de 2014

Seminario de T.O.G (Tratamiento Osteopatico General).


Qué es la Osteopatía?

Es una medicina alternativa realizada manualmente desarrollada por Andrew Taylor Still. Se basa en un sistema de diagnosis y tratamiento donde se pone una atención especial en la estructura y los problemas mecánicos del cuerpo, buscando energía estancada en los músculos.

Objetivos del T.O.G

  • Armonizar las funciones corporales.
  • Restablecer el equilibrio.
  • Estimular las funciones del organismo.
  • Corregir disfunciones musculares entre otros objetivos de esta medicina.

El seminario será dictado por el Osteopata .Do. Orestes Pranno, durará 6 hs y se realizará el sábado 22 de Noviembre.
El seminario es abierto a todo público interesado en la salud, sean terapeutas, profesionales o público en general.

Horarios: 10 a 12 hs y 15 a 18 hs.


INFORMES, COSTOS E INSCRIPCIÓN: rosyolimpia@gmail.com

Masajes: crece su uso cuando no hay solución con fármacos

Se podría decir que Silvia Lopatin, jubilada y ama de casa, se volvió adicta al masaje. "Empecé hace 20 años y anduve bárbaro, así que no lo abandoné más. Ahora, voy una vez por semana o cada 15 días porque tiendo a contracturarme mucho en la zona cervical y dorsal", cuenta a LA NACION. Con esa rutina, siente que puede hacer todas las tareas normalmente.

Su primera consulta fue por un problema con un nervio en las piernas. Le dieron una medicación tan fuerte que le costaba levantarse. "Me sentía peor. Así que probé con el masaje y empecé a mejorar. Enseguida, el médico me suspendió el medicamento y, desde entonces, seguí muy bien. Hoy en día, me parece que los médicos son afectos a este tipo de terapias porque los medicamentos que primero te calman después te arruinan el estómago", dice Silvia.

Su percepción es lo que los masajistas que se dedican a los masajes terapéuticos ven en sus gabinetes. No sólo son cada vez más quienes consultan en busca de una solución para un dolor o malestar, sino que también aumentan los médicos que confían en las manos bien entrenadas para sus pacientes.
"Hay más derivaciones de parte de los médicos, que ven los cambios que producen los masajes terapéuticos. En manos profesionales, bien formadas, son coadyuvantes de la medicina. Está comprobado que el paciente se recupera más fácil", asegura Jorge Weiner, presidente de la Asociación Argentina de Masajistas (AAM).

En la entidad, que posee 7700 asociados en el país (de una población estimada de ¡un millón! de masajistas que ofrecen sus servicios), estiman que ocho de cada 10 personas que consultan dicen que los medicamentos que utilizan para, por ejemplo, aliviar un dolor enmascaran el síntoma, pero no lo resuelven. "Cuando se pasa el efecto de un relajante muscular o un analgésico, el dolor vuelve a aparecer. Si no se elimina la causa, la contractura se vuelve cada vez más grave y el músculo queda contraído hasta endurecerse como una piedra", explica Weiner, que es masajista desde hace 40 años, enfermero, técnico en electrofisiología y en hemodiálisis.

Además del dolor, principalmente en el cuello, la espalda o la cintura, en general por malas posturas y el estrés del estilo de vida actual, las consultas más frecuentes son por cansancio generalizado, problemas gástricos, dificultad respiratoria y molestias musculares en las piernas. Una población que aumentó en los últimos dos años son los aficionados a las carreras y las maratones.
"El masaje terapéutico puede abarcar todas las áreas corporales, porque puede trabajar desde una lesión que no requiera el trabajo de un kinesiólogo hasta ayudar a ampliar la capacidad respiratoria, mejorar el drenaje linfático después de una intervención o aliviar síntomas. No sólo se trabaja lo físico, sino también lo energético, como lo hace la medicina tradicional china, por ejemplo. El cuerpo solo va buscando su equilibrio y recomponer el síntoma", explica Carola Maierowicz, masajista shiatzu con 25 años de experiencia y codirectora del 1er. Congreso Latinoamericano de Masajes, en esta ciudad.

Asegura que en las últimas dos décadas cambió la relación entre la medicina y el masaje. "Ahora, hay cada vez más médicos que derivan a sus pacientes a un masajista, cuando antes recomendaban ir al traumatólogo y al kinesiólogo exclusivamente. Hoy, el campo de acción de cada uno está más definido y, juntos, pueden trabajar con sus conocimientos específicos para el bienestar de la persona", indica.

Para el psicólogo Sergio Herchcovichz, jefe del Departamento de Psicoterapias de la Universidad del Museo Social Argentino y codirector del Centro Jung de Buenos Aires, "existen muchas técnicas, recursos y profesionales que desde diversos ámbitos pueden ayudar a desestructurar el cuerpo y restablecer su estado natural de saludable equilibrio. Desde técnicas corporales y posturales, terapéuticas, masajes... Cualquier actividad que realicemos con conciencia, en relación con el cuerpo, ya le otorga al cuerpo el lugar y el saludable estado que merece".

Como técnica manual, el masaje incluye distintas ramas. Los cinco más utilizados en el país son el descontracturante y el estético, seguido del drenaje linfático, el masaje estilo esalen o californiano, el tailandés y el shiatzu. Hay masajes para bebes, adultos y ancianos. "El masaje terapéutico deriva siempre de una disciplina o medicina tradicional antigua", explica Maierowicz.

El masaje exprés, de entre 10 y 15 minutos, adaptado a una silla, como el que se ofrece en los aeropuertos o los centros comerciales, se puede realizar con cualquiera de esas técnicas, según aclara la masajista, y está orientado a una zona puntual, como es la espalda, el cuello y los hombros.
La doctora Alejandra Maratea se graduó en la Facultad de Medicina de la UBA y se formó durante años en medicinas tradicionales orientales. Para ella, que participará del próximo congreso, "la medicina tradicional occidental es excelente para solucionar un conjunto de enfermedades", pero considera que para otros desequilibrios menores o funcionales "no es el modelo adecuado" para el cuerpo. "Las medicinas orientales son otro modelo, que ayuda más a equilibrar el organismo en aquello para lo que la medicina no tiene respuesta."

En las manos preparadas, el masaje terapéutico "es preventivo, porque repara la causa de un síntoma, y genera un estímulo que refuerza el sistema de defensas -detalla Weiner-. Actúa en la higiene muscular y los sistemas nervioso y circulatorio. Día tras día, la gente se vuelca cada vez más a este tipo de masaje porque el sistema de salud no le está dando soluciones".

Fuente: lanacion.com.

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29 de octubre de 2014

Algunos alimentos pueden generar efectos impensados en la salud

Es muy difícil imaginar que padecer con recurrencia migrañas, dolor de cabeza, congestión nasal, hiperactividad, fatiga, problemas en la piel (dermatitis y eczemas), cansancio y dolores articulares, sea un problema relacionado con lo que comemos.

Pero según varios estudios realizados en el mundo y la opinión de algunos expertos en nutrición consultados por lanacion.com , esos problemas, que también pueden incluir desórdenes gastrointestinales y el fracaso en las dietas para bajar de peso, son algunos de los síntomas o indicadores de sufrir intolerancia alimenticia, una dolencia que afecta a miles de personas.

“La intolerancia alimenticia se manifiesta en el cuerpo mediante una reacción adversa cada vez que se consumen alimentos o algún ingrediente, que irrita el sistema digestivo de una persona al no poder digerirlo o metabolizarlo por falta de una enzima o sustancia química que lo pueda degradar”, indica la especialista en nutrición Mónica Katz.

Y agrega: “Son rara vez peligrosas para la vida, pero al provocar síntomas mayoritariamente digestivos desagradables como nausea, distensión abdominal, dolor abdominal y diarrea, afectan la calidad de vida de las personas.

La experta añade que la intolerancia a la lactosa es la que se da con más frecuencia, aunque también las hay por ingerir conservantes, aditivos de alimentos y bebidas que incluyan sulfitos, benzoatos, salicilatos, mono glutamato de sodio y tartrazina.

“La solución es eliminar de la dieta ese ingrediente o alimento”, agrega Katz, que indica que la adecuada elección de alimentos va a depender de cada organismo para metabolizarlos, por lo que en un futuro visualiza la implementación de la nutrición personalizada. “Para ello la nutrigenómica será esencial”, aclara la especialista.

Alergia vs. intolerancia. Existe una gran diferencia entre alergia e intolerancia alimentaria, ya que para la nutricionista, la alergia involucra al sistema inmune, por lo que los síntomas aparecen rápidamente.

“Las alergias alimentarias son menos frecuentes que las intolerancias alimentarias e involucran al sistema inmune que detecta una proteína ingerida y reacciona a ella a la manera de lo que sucede frente a la presencia de una bacteria o virus. La inmunoglobulina E está involucrada en este problema ya que manifiesta una reacción a una proteína de la dieta, como por ejemplo en el maní, pescado, soja, huevos, leche, mariscos o trigo”, especifica Katz.

“En cambio, las intolerancias son reacciones debido a falta de enzimas o reacciones a sustancias, en donde cualquier órgano puede reaccionar manifestando un malestar”, agrega.

Frente a este problema, existe desde hace varios años un test sanguíneo de intolerancia alimenticia que mezcla la sangre del paciente con determinados extractos químicos para generar reacciones con los glóbulos blancos del organismo y así determinar si un alimento, colorante, conservante, químico, antibiótico y anti-inflamatorio provoca intolerancia y el grado en que esta se presenta.

La doctora Vivian Mayo es la directora médica del laboratorio Alcat, donde realizan este test sanguíneo en la Argentina, que definió a la intolerancia alimenticia como “una respuesta de tipo inflamatoria frente a algo que normalmente se come y que a otros puede no causarle ningún síntoma”.

“El hecho de conocer qué alimentos, colorantes o aditivos puedan ser los culpables de esas reacciones permitirá poder eliminarlos progresivamente en busca de un bienestar de la salud”, indica Mayo.

Con esta afirmación coincide la doctora Katz: “Creo que se trata de una técnica útil, frente a la escasez de herramientas para intolerancias alimenticias”. Mayo aclara que este test, que se utiliza en nuestro país luego de 20 años de probado éxito en Estados Unidos y Europa, sólo detecta intolerancias alimentarias. Ello significa que no se diagnostican otro tipo de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la alergia, diabetes, enfermedad celíaca o intolerancia a la lactosa.

“Generalmente, el paciente aprende a convivir con esos síntomas en forma crónica, se siente mal pero no halla la manera de sentirse mejor. Por eso el beneficio del test es saber qué alimento hace mal para no incorporarlo en la dieta y lograr una mejor calidad de vida”, asegura Mayo.

El test. A partir de un simple análisis de sangre, el test reproduce en el laboratorio ( in vitro ) la reacción de las células frente a 150 alimentos, conservantes y colorantes de consumo habitual en la alimentación.

“Se mezcla la sangre con diversos extractos proteicos de alimentos y químicos y testeamos la reacción antígeno-anticuerpo que se daría dentro del organismo mediante los glóbulos blancos”, explicó Mayo, quien detalló que el resultado esta disponible en una semana y lo entregan categorizado en grados de colores: mucha reactividad, mediana y baja.

De esta manera, en verde aparecerán los alimentos que dieron reacción negativa y no causan problemas al organismo. A partir de los resultados, se realiza un plan de alimentación equilibrado en el que se incluyen aquellos alimentos que cada persona metaboliza fácilmente.

Fuente: La Nación 

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